Se busca que el estudiante aprenda resolviendo retos (ABR), este tipo de aprendizajes tiene un enfoque pedagógico que involucra activamente al estudiante en una situación problemática real, significativa y relacionada con su entorno, lo que implica definir un reto e implementar para éste una solución.
El Aprendizaje Basado en Retos “es un enfoque pedagógico que involucra activamente al estudiante en una situación problemática real, relevante y de vinculación con el entorno, la cual implica la definición de un reto y la implementación de una solución” (EduTrends, 2016, p.5). Se diferencia del Aprendizaje Basado en Problemas o Proyectos y de otros modelos pedagógicos porque el reto adquiere la relevancia central como didáctica para el desarrollo de las competencias.
Sin embargo, son muy similares sus orientaciones a situar el aprendizaje en la experiencia real del estudiante, a partir de desempeños auténticos y de poder acompañar transformaciones por medio de ejercicios con organizaciones reales locales.
Lo anterior, “aprovecha el interés de los estudiantes por darle un significado práctico a la educación, mientras desarrollan competencias claves como el trabajo colaborativo y multidisciplinario, la toma de decisiones, la comunicación avanzada, la ética y el liderazgo” (Malmqvist, Rådberg y Lundqvist, 2015).
Aquello implica que, al abordar situaciones reales desafiantes, los estudiantes están desarrollando integralmente conocimientos, habilidades y actitudes para desempeñarse en el mundo como ciudadanos y como profesionales integrales.