Universidad de Ibagué, 40 años sirviendo al Tolima
- Comunicación Institucional
El 27 de agosto de 1980 se suscribió el Acta de Fundación de la Corporación Universitaria de Ibagué, más conocida como Coruniversitaria o la COR, en las oficinas del empresario Santiago Meñaca Castillo, quien lideró esta iniciativa, a la que se vincularon 22 personas naturales y dos jurídicas. A su lado estaban sus grandes amigos Eduardo de León Caicedo, Roberto Mejía Caicedo, Néstor Hernando Parra Escobar, José Ossorio Bedoya y Leonidas López Herrán.
También suscribieron el Acta: Enrique García, Salomón Tobar, Jaime Zorroza, Gustavo Cano, Carlos Gustavo Cano, Luis Hernando Rodríguez, Luis Fernando Beltrán, Jesús María Pinto, Gilberto Hurtado, Luis Foción Aragón, Jorge García Orjuela, Alberto Suárez Casas, Jaime Eduardo Rivas, Jorge Posada Greiffestein, Eduardo Sarmiento Lora, Francisco Gómez Libreros, Alfredo Gómez Pico, la Asociación para el Desarrollo del Tolima -ADT- y la Corporación para el Desarrollo Humano del Tolima, representadas por Leonidas López.
Con el aporte de cada fundador se conformó el patrimonio inicial y se dio un gran paso para sacar adelante el sueño de crear en Ibagué una institución de educación superior de carácter privado y sin ánimo de lucro, que no tendría dueños, socios ni accionistas, sino solo fundadores que velarían por su consolidación y cumplimiento de la misión de posibilitar que los jóvenes de la región avanzaran en su formación sin dejar su terruño porque corrían el riesgo de no regresar a aportar al desarrollo del Tolima y su entorno.
También, con la precisión especial de que buscaría complementar la oferta existente ofreciendo programas académicos pertinentes para impulsar el desarrollo social y económico de la región, que respondieran también al interés de las mujeres y facilitaran el acceso a jóvenes con limitaciones económicas.
Los fundadores eran todos exitosos empresarios, y de ellos, dijo Santiago Meñaca, diez no ostentan títulos académicos, incluyéndose, pero compartían la convicción de que “no hay desarrollo ni prosperidad sin educación, y apoyándola se está contribuyendo a solucionar la mayor urgencia nacional”; por tanto, su mejor aporte al Tolima era crear oportunidades para que, sin distingo, jóvenes de la región accedieran a estudios superiores.
Para muchos la idea era quijotesca, pero persistieron y así el 7 de febrero de 1981 la Institución propuesta recibió la Personería Jurídica del Ministerio de Educación, con Resolución 1867 que suscribió el ministro tolimense Guillermo A. Angulo Gómez.
Luego, el 17 de agosto, la COR abrió sus puertas a los primeros estudiantes que sumaron 338, desbordando ampliamente las expectativas planteadas. Fueron su primer rector Camilo Polanco Torres y los primeros programas Ingeniería Industrial, Administración Financiera, Contaduría Pública y Mercadotecnia.
La operación académica inició en las instalaciones del Colegio de Comfenalco en la calle 14 entre carreras Séptima y Octava, y las actividades administrativas se concentraron en las oficinas de Catsa y Texpinal, en el edificio del Banco de Bogotá, en el centro de la ciudad.
Los fundadores eran todos exitosos empresarios, y de ellos, dijo Santiago Meñaca, diez no ostentan títulos académicos, incluyéndose, pero compartían la convicción de que “no hay desarrollo ni prosperidad sin educación, y apoyándola se está contribuyendo a solucionar la mayor urgencia nacional”; por tanto, su mejor aporte al Tolima era crear oportunidades para que, sin distingo, jóvenes de la región accedieran a estudios superiores.
Para muchos la idea era quijotesca, pero persistieron y así el 7 de febrero de 1981 la Institución propuesta recibió la Personería Jurídica del Ministerio de Educación, con Resolución 1867 que suscribió el ministro tolimense Guillermo A. Angulo Gómez.
Luego, el 17 de agosto, la COR abrió sus puertas a los primeros estudiantes que sumaron 338, desbordando ampliamente las expectativas planteadas. Fueron su primer rector Camilo Polanco Torres y los primeros programas Ingeniería Industrial, Administración Financiera, Contaduría Pública y Mercadotecnia.
La operación académica inició en las instalaciones del Colegio de Comfenalco en la calle 14 entre carreras Séptima y Octava, y las actividades administrativas se concentraron en las oficinas de Catsa y Texpinal, en el edificio del Banco de Bogotá, en el centro de la ciudad.
Más tarde, fue posible adquirir un terreno en el barrio Ambalá, donde se inició la construcción de unas instalaciones funcionales y austeras. Así, el 27 de febrero de 1982 se trasladó la operación a la sede que hoy conocemos y, paulatinamente, en la medida en que los aportes de los fundadores, los créditos bancarios adquiridos y los ingresos lo permitieron, se avanzó en la complementación del campus que se ha desarrollado como un hermoso parque para el disfrute de la comunidad universitaria.
El 17 de diciembre de 2003, mediante Resolución 3304 del Ministerio de Educación, la COR recibió reconocimiento como Universidad y adoptó el nombre de Universidad de Ibagué - Unibagué. Más adelante, el 3 de octubre de 2019, la Universidad obtuvo la Acreditación Institucional de Alta Calidad, mediante Resolución No. 10440 del Ministerio de Educación, firmada por la ministra tolimense María Victoria Angulo González, hija de Guillermo Angulo Gómez.
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de los estudiantes es de los estratos Uno, Dos y Tres.
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docentes tiene la Universidad.
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colaboradores administrativos tiene la Universidad.
Con este logro, Unibagué se ubica entre las 87 instituciones de Educación Superior que han obtenido esta acreditación, de las 378 existentes en el país (consultado 25 de agosto de 2020: https://hecaa.mineducacion.gov.co/consultaspublicas/ies).
En su transcurrir han actuado como rectores: Camilo Polanco Torres, Luis Eduardo Quintero Pinto, Luis Hernando Rodríguez Arteaga, Carmen Inés Cruz Betancourt, Leonidas López Herrán, Alfonso Reyes Alvarado, Hans-Peter Knudsen Quevedo, César Vallejo Mejía y Gloria Piedad Barreto Bonilla (e). Y hoy, cuando Unibagué cumple 40 años, ofrece 18 programas académicos de pregrado, con 5.361 matriculados en el primer semestre de 2020 (43.9% es de mujeres).
Son también numerosos y muy diversos los programas de posgrado y de extensión que se han ofrecido y ha sido intensa la labor en investigación especialmente dirigida a resolver problemáticas regionales. Son múltiples las alianzas suscritas con universidades nacionales e internacionales de reconocido prestigio, en procura de asegurar intercambios de diverso orden que aporten a la formación más avanzada posible para docentes y estudiantes.
La Institución también ha ejecutado programas de servicio a las comunidades de toda la región que han recibido especial reconocimiento por su aporte, tal como Paz y Región, Avancemos y Liderazgo para escolares y docentes, y otros más.
La Institución también ha ejecutado programas de servicio a las comunidades de toda la región que han recibido especial reconocimiento por su aporte, tal como Paz y Región, Avancemos y Liderazgo para escolares y docentes, y otros más.
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estudiantes se han graduado de pregrado.
Así mismo, son numerosas las alianzas establecidas para la operación de Centros Regionales de Educación Superior -Ceres- que han funcionado en el Tolima y con instituciones de educación superior del Tolima y otras regiones, con el fin de diversificar la oferta y facilitar intercambios. El trabajo articulado con agencias del Estado, el sector productivo, la sociedad civil, la academia y las ONG también registra logros significativos.
Ahora bien, de los fundadores se puede afirmar que, aun por encima de sus logros personales y empresariales, la Universidad se constituyó en su proyecto más entrañable, aquel del que se sentían más orgullosos, al que dedicaron especial atención y sobre el que reiteraban que había superado ampliamente sus expectativas.
Doce de ellos ya han fallecido, dos permanecen en Ibagué y los demás han fijado su residencia en otras ciudades o fuera del país; a todos ellos, la Universidad rinde homenaje de reconocimiento y gratitud, igual que a sus familias, que crecieron profundamente involucradas con la Institución.
Doce de ellos ya han fallecido, dos permanecen en Ibagué y los demás han fijado su residencia en otras ciudades o fuera del país; a todos ellos, la Universidad rinde homenaje de reconocimiento y gratitud, igual que a sus familias, que crecieron profundamente involucradas con la Institución.
Las circunstancias inquietantes que vive nuestro país hacen oportuno el momento para destacar de nuestros fundadores altruismo y generosidad, dinamismo, honestidad y transparencia en su ejercicio como ciudadanos. También, sirven de referente para mostrar que es posible sacar adelante grandes propósitos cuando se superan diferencias, se suman voluntades y esfuerzos y se actúa con objetivos superiores.
Otro atributo que contribuyó al éxito de su cometido fue su actuar sin afán de protagonismo; siempre pedían poca visibilidad y determinaron que ningún escenario de la Universidad podría llevar sus nombres.
De manera enfática, ellos establecieron como regla de oro el compromiso irrevocable con principios y valores éticos fundamentales y con el desarrollo regional. Estos valores y comportamientos se han arraigado profundamente en Unibagué y se han conservado a lo largo de sus 40 años de servicio a la región.
Carmen Inés Cruz Betancourt
Ed.D
Exrectora de Unibagué
De manera enfática, ellos establecieron como regla de oro el compromiso irrevocable con principios y valores éticos fundamentales y con el desarrollo regional. Estos valores y comportamientos se han arraigado profundamente en Unibagué y se han conservado a lo largo de sus 40 años de servicio a la región.
Carmen Inés Cruz Betancourt
Ed.D
Exrectora de Unibagué