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Colombia federal es posible: reflexiones de la Carta de 1863

Con el liderazgo de la Federación Nacional de Departamentos y el apoyo de la Universidad de Ibagué y la Universidad del Tolima, académicos y grandes juristas conmemoraron los 160 años de la Constitución de Rionegro de 1863, en la Capital Musical de Colombia.

En el conversatorio se examinaron apuestas de ordenamiento institucional de antaño que podrían dar respuesta a las necesidades de autonomía y autogestión que reclaman las regiones al Gobierno nacional en la actualidad.

Colombia federada, regiones autónomas

Uno de los puntos por destacar de la mencionada Carta Magna fue su modelo de estado federado, que entregaba a las regiones autonomía fiscal y el poder de la toma de decisiones sobre el destino vocacional, lo que permitió a las autoridades locales plantear su ordenamiento territorial.

Lo que hemos querido es que los jóvenes estudien estos textos constitucionales para que vean que en el pasado han existido propuestas interesantes que podrían retomarse. La nación estaba conformada por nueve estados, cada uno con sus bienes; en la Constitución de 1863 se eliminan y los convierten en departamentos y la nación se queda con los bienes”.

Alfonso Gómez Méndez, exministro de Justicia, exprocurador y exfiscal.
Y agregó: “Estos escenarios sirven para que los jóvenes sepan que la descentralización no se ha logrado, y que aún los gobernantes locales deben gestionar con insistencia encuentros con el Gobierno nacional”.

Por su parte, el gobernador Ricardo Orozco precisó que, si bien en Colombia el Estado está centralizado en buena parte en materia fiscal, las responsabilidades sí recaen sobre las regiones. Además, destacó que la Federación proponga estas reflexiones por su pertinencia y la incidencia que tengan en la consolidación de un posible nuevo funcionamiento del Estado.

(Ver también: Centro de Consultoría cumple 10 años de apoyo a la región)

El rector de Unibagué, Alfonso Reyes Alvarado, propuso este espacio como la posibilidad de plantearse caminos para dilucidar las tinieblas de la incertidumbre que se vive en la Colombia de hoy:

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“Como se ha mencionado aquí, una de las propuestas novedosas para esa época fue concebir la Nación como una federación de estados autónomos a imagen y semejanza de los Estados Unidos de Norteamérica.

Noten que esta estructura federada está en consonancia con el reconocimiento de la diversidad biológica de nuestros territorios; lo biológico incluye a todos los seres vivos, a los hombres y mujeres con sus costumbres y modos de vivir que conforman realidades muy distintas que no pueden ser reducidas a una visión centralista que trate de homogeneizarlas.

Tal vez, gran parte de nuestra inequidad social proviene de esta miope apreciación de la diversidad territorial que nos caracteriza.

No valdría la pena imaginar y diseñar nuevamente una organización político-administrativa que reconozca nuestra biodiversidad en el sentido más amplio de su expresión para que el desarrollo de la región provenga del desarrollo armónico pero autónomo de nuestros territorios”.
¿Estamos hablando de independencia?

Uno de los grandes temores de un estado federado es la desagregación nacional, tal como lo expuso Gómez Méndez, al recordar que esa es una de las mayores razones de las que dispusieron para transformar los estados en departamentos.

No obstante, a la luz de los expertos, es importante aclarar la identidad colombiana y distinguir independencia de autonomía. Lo que refiere a independencia es que cada quien gestiona a su antojo, pero la autonomía significa que localmente se tiene capacidad para tomar decisiones y utilizar los recursos particulares, pero se reconoce que lo territorial es parte de una sola nación.

La Federación continuará gestando encuentros que permitan la reflexión, el debate y el nacimiento de propuestas en torno del papel de las regiones frente al Gobierno nacional, con el fin de entregar al legislativo una agenda de posibles cambios normativos por considerarse.